Perdido en el Amazonas es una crónica escrita por Germán Castro Caycedo. Cuenta el relato que Efraín Gil de la historia de como llegó su hermano, Julían Gil, al Amazonas y luego como por presión de la madre, Efraín decide pedir el traslado en la armada para tratar de convencerlo que vuelva a Bogotá. Con su esposa y sus hijos vivendo en la Pradera la situación al principio no es muy fácil. Sin embargo, los hermanos logran montar un negocio de pieles, que logra sacudir el monopolio que tienen dos señores importantes en la región.
Aunque el libro empieza con la llegada de Alejandro, el indigena que viajaba con Julián, contando que Julián se había ido detrás de indigenas de una tribu desconocida, pronto cuenta la historia de Julían y Efraín en el Amazonas. Cuando ya tenían su negocio de pieles bien montando y en un viaje cargado de pieles, la guardía brasilera se las decomisa, el decide que es el momento de abrir una nueva ruta, una ruta que va por zonas de la selva inexploradas. Es en esa travesía que se pierde y de la que vuelve Alejandro buscando a Efraín.
Efraín se embarca en una travesía sin presupuesto y sin apoyo de las autoridades. Una travesía truncada por que no logran encontrar ni la tribu ni a Efraín. Al regresar a la Pradera, se encuentra con la noticia de que su mamá moviendo las palancas en Bogotá, logró que un grupo de infantes de marina se embarcaran en una travesía con equipo y el apoyo de la comunidad local.
En esa travesía encuentran a la tribu escondida en la mitad de la jungla. En la maloca encuentran objetos de Julían, pero no a Julián y nadie se puede comunicar con los indigenas, por que ninguno de los miembros de la expedición habla su lengua. El miedo a lo desconocido, o mejor al desconocido hace que maten a una familia de indígenas y secuestren a otra.
Germán Castro fue muy buen escritor, de joven leí la Bruja y el Hueco. Aunque realmente este libro no me entusiasmaba mucho, lo leí más fue por el autor. La selva no es mi espacio. Pero su lectura me llevó a reflexionar sobre la cultura occidental y su afán de querer colonizar, abarcar. Los indigenas son uno con la naturaleza y agradace al río, al sol, a la tierra lo que le da. Occidente y el mundo actual esta basado en los derechos. 'Yo tengo derecho de esto o de aquello' sin entender que solo somos granos de arena en el mar. Que todo lo que tenemos y lo que la vida nos da es una bendición y por lo que hay que agradecer, como los indigenas. Nosotros tomamos, por que tenemos derecho y por que es nuestro. Nuestro no es nada, ni siquiera la vida. Este libro me hizo reflexionar sobre eso. Sobre como llegaron los exploradores y se apoderaron de la maloca, profanaron las tumbas, mataron a bala y a machete a una familia, includio un bebe de brazos. Como cazaban y comercializaban con pieles y buscaban venderlas al 150%. Aunque me gusta Germán Castro la temática del libro no me gusto, sin embargo me llevó a hacer profundas reflexiones y por eso estoy agradecida.